El manuscrito Voynich, dentro de los amantes de los
libros antiguos, tiene el honor de ser llamado el libro más raro del mundo. Se trata
de un manuscrito de principios del siglo XV escrito en una lengua desconocida,
con ilustraciones de plantas de las cuales
no se tiene ninguna noticia en la actualidad.
Por sus ilustraciones se puede deducir que el libro trata
sobre botánica, medicina, balneología y astrología. Durante mucho tiempo se ha
especulado que es obra de un hombre próximo a caer en la demencia. También se
ha creído que puede tratarse de un libro hecho a manera de burla, con el fin
expreso de desconcertar a los lectores. Incluso se ha llegado a pensar que su
autor podría ser un alienígena, expresándose en una lengua de otro planeta y refiriéndose
a especies de plantas que son desconocidas en la tierra.
Recientemente un experto de la Universidad de Manchester,
el profesor Stephen Bax, ha descifrado algunas de las palabras que aparecen en
el texto. El nombre propio de la constelación de las pléyades, así como el de algunas
pocas plantas, como el cilantro. La base de la decodificación ha sido
identificar las ilustraciones, comparándolas con otros documentos de la época.
El libro fue propiedad de un médico del Emperador Rodolfo II; después pasó a ser propiedad de un alquimista del siglo XVII llamado Georgius Barschius; Luego estuvo en la biblioteca de una orden jesuita; y después fue adquirido por el librero Wilfrid Voynich, a comienzos del siglo XX, de quien proviene su nombre.
El libro fue propiedad de un médico del Emperador Rodolfo II; después pasó a ser propiedad de un alquimista del siglo XVII llamado Georgius Barschius; Luego estuvo en la biblioteca de una orden jesuita; y después fue adquirido por el librero Wilfrid Voynich, a comienzos del siglo XX, de quien proviene su nombre.
La verdad sobre el texto tal vez nunca se sepa, pero es
innegable su belleza y su misterio. Recuerda a esos libros imaginarios, creados
únicamente en el mundo de la ficción, los cuales son incomprensibles por la
misma materia misteriosa de la que tratan, como el Necronomicón al que hace
referencia H. P. Lovecraft, o aquel artículo sobre Uqbar, que Borges pretende
haber encontrado en una entrada misteriosa de la enciclopedia británica.
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